Existen muchos obstáculos que no vemos hasta que estos han dejado de cegarnos. Estos son miedos, frustraciones pasadas, envidias, dudas, miedo a la escasez, miedo a otras personas, conflictos de poder, complejos de superioridad o inferioridad, culpas, resentimientos. A medida que se toma conciencia de estos obstáculos autoimpuestos y creados justamente para que no se puedan ver, logramos percibir la sensación esperanzadora de poder vivir en verdadera paz y en calma completa. Luego de un trabajo de liberación refrescante se inicia el proceso que va a hacer la diferencia a largo plazo. Se empieza a tomar conciencia de los patrones de pensamiento que crean repetidamente aquello de lo que nos queremos librar para siempre: el conflicto.