Análisis de «Antes» de Ozuna y Anuel AA: Normalización de la Violencia, el Consumo de Drogas y la Misoginia en la Cultura Urbana

Introducción
«Antes», una colaboración entre Ozuna y Anuel AA, es un éxito en la música urbana, destacando por su fusión de reguetón y trap. Sin embargo, la letra de la canción es problemática debido a su contenido, que incluye referencias a la violencia, el consumo de drogas y un lenguaje abiertamente misógino. Este análisis se centra en cómo estos elementos pueden afectar negativamente a los oyentes, perpetuando comportamientos nocivos y distorsionando las relaciones sociales.
Análisis de la Letra
Aspectos Sociales
La canción pinta un retrato de éxito basado en la riqueza material y la dominación, especialmente en las relaciones de pareja. Expresiones como “antes tú no querías, ahora quieres” refuerzan la idea de que el valor personal está ligado al éxito material. Además, el uso de términos misóginos para describir a las mujeres convierte las relaciones en transacciones desprovistas de respeto y amor. Este lenguaje contribuye a la deshumanización de las mujeres, reduciéndolas a objetos que se adquieren o desechan según el capricho del hombre.
Incitación al Consumo de Sustancias
La canción incluye referencias al uso de sustancias, en particular a una droga conocida como "Kripi" dentro de la comunidad hispana. La mención de esta droga en un contexto que glorifica el éxito y la vida lujosa puede ser interpretada como una normalización o incluso una glorificación del consumo de sustancias. Esto es especialmente peligroso para los oyentes jóvenes, que pueden sentirse tentados a experimentar con drogas en un intento de emular el estilo de vida que la canción retrata.
Incitación a la Depresión
Aunque la canción no aborda la depresión de manera directa, su enfoque en el materialismo, la superficialidad y la validación externa puede llevar a sentimientos de insatisfacción y vacío. Aquellos que no logran alcanzar el éxito material que se glorifica en la canción pueden sentirse fracasados, lo que puede contribuir a la depresión y a una baja autoestima. La continua exposición a estos mensajes puede erosionar la salud mental, especialmente en individuos vulnerables.
Incitación a Crimen
«Antes» también normaliza la violencia y el poder como medios para lograr el éxito. Las referencias a estilos de vida lujosos adquiridos a través de medios no explícitos, junto con un tono amenazante, pueden ser interpretadas como una glorificación de actividades ilegales. En contextos donde las oportunidades son limitadas, este mensaje es particularmente dañino, ya que puede ser visto como una justificación para recurrir al crimen como un camino hacia el respeto y la riqueza.
Misoginia y Lenguaje Degradante
El uso de términos misóginos a lo largo de la canción refuerza la idea de que las mujeres son objetos de placer que pueden ser comprados, intercambiados o desechados a voluntad. Este lenguaje no solo es degradante, sino que también perpetúa la violencia de género al deshumanizar a las mujeres y presentarlas como inferiores. La repetición de estos términos en la música popular contribuye a normalizar la misoginia, afectando la manera en que los oyentes perciben y tratan a las mujeres en sus propias vidas.
Impacto Cultural
«Antes» ha tenido un impacto considerable, especialmente entre los jóvenes que encuentran en la música urbana un reflejo de sus aspiraciones y desafíos. Sin embargo, su popularidad también resalta el peligro de perpetuar mensajes que glorifican la violencia, el consumo de drogas y la misoginia. Estos elementos pueden influir negativamente en la forma en que los oyentes interpretan el éxito, las relaciones y el valor personal.
Reflexión y Conclusión
El análisis de «Antes» revela una serie de preocupaciones sobre cómo la música popular puede moldear las actitudes y comportamientos de los oyentes. La glorificación del materialismo, la violencia, el consumo de sustancias y la misoginia tiene un impacto tangible en la sociedad, perpetuando estereotipos dañinos y comportamientos destructivos. Es esencial que los artistas y la industria musical reconozcan su responsabilidad y promuevan un discurso más equilibrado y saludable. De lo contrario, corren el riesgo de contribuir a la perpetuación de ciclos de violencia, adicción y desigualdad.